- Categoría: Reseñas viajeras
La mejor forma de preparar un viaje es empaparte de lo que otros viajeros han escrito sobre tu destino. Una guía de viaje clásica te ofrece datos, informaciones más o menos precisas sobre monumentos, historia, museos y horarios, y si quieres saber dónde comer, dormir, comprar o ir de juerga tienes a tu disposición mil aplicaciones para el móvil en las que encontrar cuantas opiniones quieras sobre lo que se te antoje.
Pero un libro de viajes es otra cosa. Un buen libro de viajes es un bisturí que disecciona un momento en el tiempo. Una mirada que desnuda a las gentes. Un trazo de pintura sobre un lienzo en blanco. Un buen libro de viajes te aporta información, impresiones, sensaciones y reflexiones que, cuando por fin estás en tu destino, enriquecen tu experiencia y te permiten encajar lo que ves en un contexto. Sin ese contexto, los viajes no son más que una sucesión de días y lugares sin apenas sentido, como tan bien contaban en aquella película dirigida por Mel Stuart en 1970.
Hoy te traigo la lista de los libros que devoré para tratar de entender un poco más este país antes de mi viaje al interior. En ella hay de todo: obras clásicas y recién publicadas, grandes viajes y recorridos humildes. No pretende ser exhaustiva (sería imposible, dada la ingente cantidad de libros de viajes por España que se publican), sino ofrecer una visión amplia y variada del interior del país, tanto actual como histórica. Porque me parece imprescindible saber de dónde venimos para comprender lo que tenemos delante...
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Título: El cielo está incompleto. Cuaderno de viaje en Palestina
Autora: Irmgard Emmelhainz
Editorial: Taurus
Páginas: 359
Publicación: 22 de noviembre de 2017
Sinopsis
Un collage de visiones que permite recorrer un espectro de la guerra entre Palestina e Israel de primera mano y con distintas voces. En El cielo está incompleto, Emmelhainz narra su experiencia en los Territorios Ocupados e Israel a través de reflexiones, cartas, textos experimentales, ensayos críticos, ficciones, crítica de arte, descripciones del paisaje y encuentros con amigos, discusiones intelectuales, vivencias en las que la Ocupación se hace presente (o no).
Para plasmar el conflicto, la autora experimenta con varios ángulos de visión combinando historias contadas, la actualidad y la historia escrita, historias de amor, amistad y otro tipo de vivencias personales. El objetivo de este compendio de textos es proporcionar a los lectores un dibujo de cómo se vive bajo uno de los conflictos políticos más urgentes hoy en día.
- Categoría: Reseñas viajeras
Hace unos meses te propuse 15 novelas sobre la exploración y conquista del mundo, quince relatos sobre algunas de las expediciónes más asombrosas y temerarias de la historia.
Hoy vuelvo a la carga sobre el mismo tema (¡está claro que me fascina!), pero dándole una vuelta de tuerca que te va a ofrecer una perspectiva completamente diferente: en esta ocasión no se trata de una relación de novelas, sino de libros de viajes escritos por sus protagonistas.
Expediciones a los polos, ascensos a las montañas más altas del planeta, recorridos a pie a través de selvas primitivas, viajes por el desierto a lomos de camellos, travesías en barco de vela... ¿Me acompañas al fin del mundo?
- Categoría: Reseñas viajeras
Si te gusta el mar, si te apasionan los barcos, seguro que más de una vez has soñado con dejarlo todo y largarte con viento fresco a realizar una gran travesía, cruzar el Atlántico o, ¿por qué no?, dar la vuelta al mundo.
A mí me ha pasado. Me encanta el mar y más de una vez he fantaseado con la idea de escaparme a la aventura, ya fuera en una goleta de tres palos o en un paquebote mercante por África, qué más da. Probablemente nunca lo haré, pero la ilusión no me la quita nadie.
Por eso, cuando me encuentro con un tipo con Robin Lee Graham, bebo sus páginas con delectación, hasta la última gota... de agua de mar.
En 1965, Robin Lee Graham, con dieciséis años, se embarcó en un balandro de 24 pies (unos siete metros) en la localidad californiana de San Pedro para cumplir su gran sueño: dar la vuelta al mundo. Cinco años después, tras recorrer 33.000 millas náuticas (unos 60.000 kilómetros, ahí es nada) a través del Pacífico y el Índico, dar la vuelta a África, cruzar el Atlántico, atravesar el Canal de Panamá y visitar las Galápagos, regresó a casa con una esposa, una muchacha californiana que conoció en las islas Fidji, y una hija.