No sé nada de Philip Briggs. Si busco en internet, me quedo con la impresión de que se trata de un avezado viajero y un enamorado de África que ha publicado decenas de guías de viaje: Madagascar, Uganda, Nigeria, Angola, Mali, Etiopía, Camerún... También de otros continentes, América, Europa o Asia, y una que, quizá, es la única que puedo relacionar con el libro que hoy te comento: Islandia.
Pero no creo que se trate del mismo autor, pues en ninguna de las biografías de este Briggs viajero se menciona la novela de aventuras que te traigo hoy. Peor todavía, todas estas guías han sido publicadas en el presente siglo, pero Hacia el norte en el Albatros fue publicada en España por primera (y última) vez por la editorial Seix Barral allá por 1951.
Así que no tengo ni idea de quién es el Philip Briggs autor de Hacia el norte en el Albatros. Y es una pena, porque me encantaría saber qué más ha escrito...
Me encontré el libro en una librería de viejo, en una de mis cada vez menos frecuentes expediciones de caza de rarezas. Nunca había oído hablar de él ni de su autor, pero esa es la esencia de tales expediciones, claro: descubrir viejos tesoros. Algo en su portada, ese aire a novela de aventuras de toda la vida, a mar y a coraje, a viejos marinos con barba y pipa, me obligó a coger el libro para averiguar de qué iba...
Mat aborrece su vida en una pequeña isla. Siente pasión por un barco llamado Estrella del Norte, del que su buena amiga Sal le va dando noticias. Una tarde, reparando una red de arrastre, Sal le cuenta a Mat que el Estrella del Norte ha cambiado de dueño y que ahora lo llaman Albatros. Según Sal, su nuevo propietario ha perdido a su hijo en un viaje al Norte y quiere el barco para ir en su busca, pues está convencido que no ha muerto. El joven iba al rescate de una expedición que trataba de encontrar un tesoro perdido en una isla helada, según contaba una antigua leyenda. Mat se enrolará en el Albatros y comenzará una de las aventuras más apasionantes de su vida.
La historia no puede ser más clásica: un joven deseoso de aventuras, un tesoro perdido, una expedición a un lugar inhóspito. Tentador, ¿verdad?
Pues sus 256 páginas no defraudan, son exactamente lo que prometen: una novela amable y entretenida, que hace soñar con el mar y la aventura, con la sal y la amistad. El Albatros recalará en una remota y desconocida isla de las próximidades del Círculo Polar Ártico. Allí, Matt y sus compañeros tendrán que ingeniárselas para sobrevivir a las duras condiciones del invierno polar. Por el camino el joven madurará y se convertirá en un hombre de provecho, que es lo propio de toda aventura clásica que se precie. Descubrirá el valor del compañerismo y aprenderá que la única forma de alcanzar sus sueños es no dejar de perseguirlos.
La novela, obviamente, está dirigida a un lector juvenil. Sin embargo, si tienes la suerte de encontrarla, la disfrutarás tengas la edad que tengas. Y es que siempre viene bien recordar el sabor a salitre de una buena novela de aventuras de las de toda la vida...
¿La has leído? ¿Qué novelas de aventuras te ha traído esta a la cabeza?
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