Hace ahora un año, en mi selección trimestral de novedades apetecibles, incluí el título que hoy te voy a comentar, este El mundo perdido del Kalahari. Lo hice sin más información que la portada y la sinopsis y sin conocer de nada al autor, dejándome llevar únicamente por la portada —qué quieres, me parece de lo más sugerente— y por una palabra que aparecía en la sinopsis: bosquimanos, un pueblo que siempre me ha despertado una gran curiosidad.
Qué bien hice al dejarme llevar por la intuición, por el buen diseño de la portada o por lo que fuera. Qué bien. Porque este es uno de esos libros que te va a atrapar, que no vas a querer dejar hasta que leas la última línea. Una auténtica gozada, una lectura tan entretenida como fascinante...
El mundo perdido del Kalahari, de Lauren van der Post
Desde los tiempos de su infancia en Sudáfrica, Laurens van der Post soñaba con emprender la búsqueda de los supervivientes puros del único pueblo primigenio de su tierra natal: los bosquimanos del Kalahari. El sueño se vio cumplido cuando tuvo la oportunidad de organizar una expedición por el interior del desierto que se convirtió en un viaje repleto de peligros, decepciones y también sorpresas.
Voy a empezar por el final: lánzate a por este libro. Si te atrae África, si te gustan las novelas de aventuras, si te fascinaron siempre las historias de exploradores y aventureros, lánzate a por este libro: lo vas a devorar.
Hacía tiempo que un libro de viajes no me atrapaba tanto. Lauren van der Post, un explorador, escritor y defensor de la naturaleza sudafricano del que nunca había oído hablar, es un personaje tan atractivo como peculiar (era, mejor dicho, porque murió en 1996): un hombre de mundo, poseedor de una amplia cultura y una gran sensibilidad, sutil y empecinado como pocos y, también, un aventurero nato, un hombre acostumbrado a bregar con la naturaleza más hostil sin dejar de apreciar la belleza del mundo que nos rodea.
En 1955, Lauren van der Post cumplió uno de sus sueños más anhelados: emprendió una expedición al delta del Okabambo y al interior del desierto del Kalahari en busca de los últimos bosquimanos (ahora conocidos como los san), el pueblo más antiguo de África y, muy posiblemente, el pueblo más antiguo del mundo entero, una etnia tan fascinante como infortunada que se ha visto perseguida, atacada y aniquilada una y otra vez a lo largo de los siglos hasta hallarse al borde de la extinción.
Este libro es el relato de aquella expedición. Pero El mundo perdido del Kalahari es mucho más que un libro de viajes. Es, sobre todo, un grito en defensa de los bosquimanos, a los que el autor conoció bien de niño, y un fascinante relato de aventuras que se lee con la misma delectación con la que se lee una buena novela. De hecho, mucho mejor: conozco pocas novelas tan magnéticas y absorbentes como este libro, y con el aliciente extra de que cuanto cuenta sucedió de verdad...
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