Si te gusta viajar, seguro que también has devorado una buena cantidad de libros de viaje. No hablo de guías de viajes, no, sino de los relatos de viajeros, esos libros en los que los que trotamundos, aventureros, exploradores o simples turistas narran sus experiencias.
Me apasionan los libros de viaje, lo reconozco. Descubrí tarde el género, pero me lancé de lleno a por él. Y hay una razón: un buen libro de viaje es a la vez una novela de aventuras, un libro de historia y un diario personal. Es ficción y realidad, pasado y presente. Es emoción y reflexión, análisis y comparación, porque los viajes siempre son de alguna forma comparaciones. Un buen libro de viaje es la mejor manifestación de la curiosidad humana, esa que nos impulsa a escudriñar el universo y a seguir caminando para averiguar qué se esconde tras el siguiente recodo del camino.
Los buenos libros de viaje son los que nos inducen a la reflexión y los que nos descubren otras realidades o nos permiten ver realidades ya conocidas con otros ojos. Y también los que nos hacen soñar con proyectos imposibles, con aventuras extraordinarias. Esos son los libros de viaje imprescindibles.
En entradas anteriores de este bloc he compartido contigo mis 15 novelas históricas y mis 15 novelas de aventuras imprescindibles. Hoy toca completar la trilogía de mis principales aficiones lectoras con esta lista de mis quince libros de viaje imprescindibles. ¿Coinciden con los tuyos?
Los senderos del mar, de María Belmonte
Acompañada de Aristóteles, Goethe, Victor Hugo, Darwin, Jane Austen y tantos otros escritores, pintores o aventureros, la autora nos invita a realizar una travesía por la costa vasca. Un viaje sentimental a los lugares de la adolescencia se transforma en una exploración de los viejos caminos costeros, un recorrido por la historia humana y geológica, grabada de un modo particularmente revelador en los paisajes y las piedras de la costa, el primigenio umbral donde se encuentran dos mundos. Un texto inspirador que nos propone observar la naturaleza y deleitarnos en ella, contemplar los matices de la vida en estado puro y sentir su hondo latido.
Empiezo por un libro modesto, todavía reciente, pero tremendamente sugerente: el relato de un sencillo viaje a pie por la costa vasca que se convierte, por obra y gracia de la magia de las palabras, en un viaje apasionante por la historia y la geología.
Un relato delicioso, entretenido e instructivo que te hará quedarte con ganas de más. Afortunadamente, podrás satisfacer ese deseo, pues la autora tiene otro libro delicioso: Peregrinos de la belleza. Viajeros por Italia y Grecia.
Trilogía de África, de Javier Reverte
El sueño de África, el primer volumen de la trilogía, narra el primer viaje largo africano del autor, las grandes historias del pasado y las pequeñas del presente, los mitos de la exploración y los días de era colonial y de la independencia de Uganda, Tanzania y Kenia. En sus páginas reviven los antiguos reyes africanos, los primeros exploradores, los cazadores y los grandes escritores que escribieron sobre África. Junto a ello, el autor traza la pintura veraz y colorida del África de hoy, la que ríe y la que llora, la amarga y la alegre. Y nos transmite la emoción de un sueño de aventura que es tan suyo como nuestro, tan del autor como de quien le lee, tan humano al fin.
Vagabundo en África, el segundo volumen, cuenta su segundo viaje al continente africano. En esta ocasión, Javier Reverte recorrió Sudáfrica, Zimbabue, Tanzania, Ruanda y Congo para dejarnos un nuevo y estremecedor relato sobre el misterio de África y el riesgo de viajar por territorios inseguros. Las innumerables batallas libradas en Sudáfrica, el genocidio ruandés de 1994 o los horrores sufridos en Congo, cuando era casi una finca personal del rey Leopoldo II de Bélgica, son algunos de los hechos históricos que recorre el autor con una prosa dura y hermosa, épica y lírica a la vez, que concluye de forma brillante con la navegación por las aguas del gigantesco río Congo.
Los caminos perdidos de África, el cierre de la trilogía, nos traslada a los territorios de Etiopía, Sudán y Egipto, regiones próximas al curso del Nilo. Como es habitual en sus textos viajeros, el escritor nos hace caminar a su lado con naturalidad, ternura, curiosidad, perspicacia, humor, pasión y una honda comprensión de lo humano. Y en el estilo de sus dos libros anteriores, junto a los rostros, las voces y los perfumes del camino, Reverte nos aproxima a episodios singulares de la historia africana, para hacernos entender mejor el drama y la grandeza del continente.
¿Qué decir de Javier Reverte? Se trata, probablemente, del viajero más conocido de nuestro país y uno de los principales responsables del éxito del género. Un escritor que sabe mostrarse cercano y despertar nuestro interés, tanto por las vicisitudes de sus viajes como por la mirada certera con la que disecciona la historia y la actualidad de los territorios que recorre.
Esta trilogía de África es un viaje a sus demonios, pero también a sus grandezas, a su fascinación y a su historia. Tres libros fundamentales para los enamorados del continente más misterioso.
Tierra, de Xurxo Mariño
Este es un libro de viajes convertido en una aventura de divulgación científica, el relato de un periplo de once meses alrededor del planeta Tierra en el que se mezclan las anécdotas que van surgiendo a lo largo de las distintas etapas con las descripciones de la ciencia que hay detrás de los espectáculos que la naturaleza les va mostrando a los viajeros: islas volcánicas en plena formación, desiertos a los que no se les ve el final, termiteros gigantes, glaciares de color azul que rugen como monstruos, zorros voladores, pinturas rupestres y kilómetros, muchos kilómetros de recorrido por el mar, el aire y los intrincados caminos de un planeta observado con los ojos atentos y llenos de curiosidad de Xurxo Mariño. Como indica el escritor Xavier Queipo en el prólogo, «cada capítulo, cada etapa, cada anécdota es una puerta abierta a los sentidos y al conocimiento, una incitación a la observación de la naturaleza y, en particular, a la naturaleza humana como si se tratara de una introducción a la historia natural y de etnografía comparada».
Hay gente que sabe hacer realidad sus sueños, y Xurxo Mariño es uno de ellos. Mejor todavía: sabe contarlos. Hace unos años, el autor decidió tomarse un año sabático y largarse a dar la vuelta al mundo, un recorrido que le llevó a través de África, América, Asia y Oceanía. Xurxo aprovecha la narración para hablar de sus pasiones, la geología, la etnografía y la historia natural, y lo hace con mentalidad científica, lo que convierte al libro en un interesantísimo relato de divulgación.
Una mirada curiosa y atenta al mundo que nos rodea... mientras lo rodeamos con el autor.
Dove, de Robin Lee Graham
En 1965, Robin Lee Graham, con dieciséis años, se embarcó en un balandro de 24 pies (unos siete metros) en la localidad californiana de San Pedro para cumplir su gran sueño: dar la vuelta al mundo. Cinco años después, tras recorrer 33.000 millas náuticas (unos 60.000 kilómetros, ahí es nada) a través del Pacífico y el Índico, dar la vuelta a África, cruzar el Atlántico, atravesar el Canal de Panamá y visitar las Galápagos, regresó a casa con una esposa, una muchacha californiana que conoció en las islas Fidji, y una hija.
Los sueños, como aprendió por la fuerza Robin, son muy distintos a la realidad: tuvo que enfrentarse a huracanes y a infinidad de problemas y percances, pero sobre todo a la terrible soledad del mar, capaz, casi, de volverle loco. Pero con veintiún años regresó tras haber conocido parajes que nunca veremos y dejar un larguísimo reguero de amigos y experiencias únicas detrás.
Leer su libro no es lo mismo que hacer el viaje, pero reconforta comprobar que en este mundo industrializado todavía queda espacio para la aventura. Una lectura imprescindible para los que siguen soñando con el mar.
Viaje a través de las Antillas, de Patrick Leigh Fermor
Patrick Leigh Fermor, el viajero ideal —culto, inquisitivo, con un fino sentido del humor y un interés genuino por todo lo nuevo— nos relata la experiencia de su odisea personal por el Caribe en la década de 1940. Fermor recorre la larga cadena de islas antillanas en barco de vapor, de vela, en avión y a pie, tomando nota de los detalles más pintorescos de la vida cotidiana, del paisaje y de las costumbres de los habitantes
Patrick Leigh Fermor es uno de los grandes escritores de literatura de viajes del siglo XX. Un autor con un agudo sentido de la observación, inteligente y sutil. En 1933, a los dieciocho años, con Hitler ya en el poder, se embarcó en un viaje a pie a través de Europa que le llevó hasta Grecia y que le convirtió en un viajero empedernido.
En este libro narra un largo viaje por unas Antillas hoy desaparecidas, un elemento que añade un plus de fascinación a su prosa fluida y a su ojo observador. Un Caribe tan fascinante como diferente al actual, un mundo que parece varado al margen del tiempo. Imprescindible para los enamorados de las islas exóticas.
El turista desnudo, de Lawrence Osborne
El escritor Lawrence Osborne, pese a saber que por muy lejos que uno vaya siempre habrá un tour operator esperándolo, busca un lugar alejado de la civilización en la isla de Papúa Nueva Guinea. Y decide emprender un viaje distinto a cualquier otro: empezando por uno de los destinos más contaminados de la Tierra, el Dubái que los jeques están transformando en un inmenso parque temático, siguiendo por las islas Andamán, semiderruidas por el tsunami y en proceso de reconstrucción, las nuevas Maldivas, Tailandia, vista como una enorme ciudad de la salud y del fitness... El viaje concluye en una inmensa isla entre cielos verdes, ríos enrojecidos y volcanes en erupción, donde Osborne se encontrará desnudo y feliz en medio de una orgía tribal.
Por el camino ha transmitido al lector su irresistible manía de viajar a todas partes, en un mundo que estamos transformando en una terrible caricatura de nuestras propias fantasías. Lawrence Osborne disecciona las ciudades con la precisión de un cirujano y nos muestra sus tripas como nadie ha sido capaz de hacerlo hasta ahora.
He leído muy pocos libros de viaje tan fascinantes como este: un recorrido por lugares tan terribles como exóticos y una reflexión necesaria sobre un mundo repleto de sorpresas, de pensamientos y formas de vida diferentes.
Un salto en el vacío del abismo que nos separa de nuestros semejantes. Una lectura necesaria para los que huyen de los tour operadores.
Salvaje, de Cheryl Strayed
Con veintidós años, Cheryl Strayed creía que lo había perdido todo tras tomar la decisión de separarse y acercarse demasiado al mundo de las drogas. Su familia se había dispersado tras la muerte de su madre cuatro años antes y ella se había quedado sin pilares sobre los que construir su vida. Sin ninguna experiencia en senderismo, toma la decisión más impulsiva que hubiera tomado jamás: recorrer el Sendero del Macizo del Pacífico, una ruta que bordea toda la Costa Oeste de los Estados Unidos, desde el desierto de Mojave en California y Oregón al estado de Washington. Y decide hacerlo completamente sola.
Adaptada ahora al cine, con Reese Witherspoon en el papel de Strayed, en Salvaje su autora consigue emocionarnos con un viaje que dio forma a su vida contra toda expectativa, un viaje que la volvió loca, que la fortaleció y que acabó por sanarla.
Coraje. Y fuerza de voluntad. Esas son las palabras que saltan de las páginas de Salvaje a cada página. La aventura de una mujer que se echa a la carretera para huir de sí misma. O quizá para encontrarse.
Lectura necesaria para los que gastan botas cada fin de semana y sueñan con gastarlas todos los días.
El último tren a la zona verde, de Paul Theroux
Hace ya una década, Paul Theroux narraba su épico viaje por tierra desde El Cairo hasta Ciudad del Cabo, y nos ofrecía una visión privilegiada del África moderna. Ahora regresa para descubrir cómo han cambiado en estos años tanto él como el continente africano. Entre townships y safaris a lomos de elefantes, entre paraísos naturales, tradiciones perdidas y zonas devastadas por la guerra y la avaricia desmedida de sus gobernantes, el autor parte de Ciudad del Cabo, se dirige al norte a través de Sudáfrica y Namibia, y se adentra en Angola para tropezarse con un entorno cada vez más apartado de las rutas turísticas y de las esperanzas de los movimientos poscoloniales de independencia.
Paul Theroux es otro de los grandes autores de literatura de viaje de la actualidad. Dotado de una sensibilidad exquisita, sus libros son instantáneas de la actualidad y retratos del pasado, y también reflexiones sobre la naturaleza humana y nuestro papel en el mundo.
Un libro imprescindible para los enamorados de la buena literatura. Y también para los que sueñan con África, sea eso lo que sea.
Hacia rutas salvajes, de Jon Krakauer
¿Por qué un joven que acababa de graduarse decide cortar todos los lazos con su familia y perderse en una región inhóspita?
En abril de 1992, Chris McCandless, de 24 años, se internó solo y apenas equipado en tierras de Alaska. Había regalado todo su dinero y abandonado su coche, y soñaba con una vida en estado salvaje. Cuatro meses más tarde, unos cazadores encontraron su cuerpo sin vida. Su historia, difundida en un reportaje de Jon Krakauer, suscitó una agitada polémica. Para unos era un intrépido idealista, para otros un loco y un ingenuo sin el menor conocimiento de la naturaleza.
Antes de desaparecer, Chris McCandless escribió a un amigo: «No eches raíces, no te establezcas. Cambia a menudo de lugar, lleva una vida nómada... No necesitas tener a alguien contigo para traer una nueva luz a tu vida. Está ahí fuera, sencillamente.» En 008 se estrenó en España la película basada en este libro, dirigida por Sean Penn.
¿Quién no ha soñado con una vida en la naturaleza, con desprenderse de todas las ataduras que nos esclavizan en este mundo hipertecnificado? Es el sueño de Henry Davir Thoreau y de tantos otros, pero son muy pocos los que se atreven a hacerlo realidad. Como Chris McCandless, que decidió partir a Alaska en busca de esa naturaleza salvaje. Y fracasó en el intento, porque la naturaleza, al cabo, es mucho más brutal de lo que nuestra imaginación quiere creer.
Un libro apasionante, indispensable para los que anhelan un retorno a la naturaleza. Y para los que saben que solo es un sueño.
Horizonte móvil, de Daniele del Giudice
Mientras narra su propia expedición a la Antártida, Daniele del Giudice recrea las asombrosas expediciones del siglo XIX y principios del XX que se adentraron por primera vez en el continente blanco para desentrañar sus secretos.
Desconocidas para la mayoría de los lectores, estas expediciones incluyen naufragios, barcos atrapados durante meses entre el hielo, tripulaciones indómitas y marineros al borde de la desesperación o la locura: son los relatos de aventuras que establecieron los mitos de esa tierra desconocida que es la Antártida.
Con un estilo que navega entre la experiencia personal y la literatura, el autor nos ofrece un horizonte móvil en el espacio y en el tiempo, pero que despierta sentimientos estables y duraderos, un viaje fuera del tiempo en un paisaje hipnótico y de belleza sublime, pero implacable e indiferente al hombre..
Si unes la fascinación por los territorios inexplorados y la aventura con el atractivo y el misterio del continente helado y agitas la mezcla con energía te saldrá un libro tan atractivo como este: un viaje al mundo de los hielos eternos, el depositario de muchos sueños y esperanzas de la humanidad y escenario de hazañas tan asombrosas que nos reconcilian con nuestra especie.
Una lectura inexcusable para los amantes de la aventura polar.
En las antípodas, de Bill Bryson
Australia es mucho más que un enorme país. Y mucho más que la isla la más grande del mundo. Es un universo aparte. Árida, con una climatología extrema y una fauna atípica (y en muchos casos muy peligrosa), Australia también tiene gentes hospitalarias, ciudades muy modernas y otros muchos secretos por descubrir. ¿Cómo no enamorarse de un lugar fascinante que no se parece a ningún otro?
A estas alturas no te descubro nada si te digo que Bill Bryson es un genio, un maestro de la divulgación, capaz de entretenernos e instruirnos con los más variados y peregrinos temas, que igual nos encandila con su historia de las casas como nos lleva de la mano por la historia de la humanidad o nos convence para dar un paseo por el bosque. Un tipo del que me leo todo y que nunca me decepciona, dotado de una mirada singular, socarrona, tremendamente divertida e interesante.
Con estos mimbres, su paseo por Australia es una gozada. Un viaje que atrapa desde la primera página y del que sales con los ojos abiertos de par en par... y buscando el resto de sus títulos. Lectura imprescindible para todos los curiosos del mundo.
Viajes con Herodoto, de Ryszard Kapuscinski
En la década de los cincuenta, mientras recorre Polonia, un Kapuscinski aprendiz de reportero vive obsesionado con cruzar la frontera. No logra ir a Checoeslovaquia pero, a cambio, la redacción del diario en el que trabaja lo envía a la India. El corresponsal parte con un libro, la Historia de Heródoto.
Escrito desde la perspectiva de medio siglo, Viajes con Herodoto se revela como un libro de difícil clasificación. ¿Es un reportaje? A ratos. ¿Un estudio etnográfico-antropológico? En parte sí. ¿Un libro de viajes? También lo es. ¿Un homenaje al Herodoto protorreportero y a la calidad de su prosa? Desde luego. Y todo esto, plasmado en magníficas historias no ficticias en las que los soldados de Salamina conviven con un niño sin zapatos en la Varsovia de 1942, Jerjes con Dostoievski, Creso con Louis Armstrong.
Kapuscinski es otro de los grandes. Periodista y viajero de mirada lúcida y honesta, capaz de emocionarnos mientras nos desvela aspectos inospechados de la realidad o nos obliga a deshacernos de nuestros prejuicios con un simple viraje de su pluma. Este Viajes con Herodoto es un libro extraordinario, una de esas obras que nos dejan en deuda con el autor. Y es una deuda que nunca podremos pagarle.
Indispensable para los que siguen creyendo en el valor del periodismo. Y para los que tuercen la cara al leer panfletos pseudoperiodísticos.
Por el mar de Cortés, de John Steinbeck
«Sus límites, un barco y un mar; su duración, seis semanas; su objetivo, todo lo que podamos ver, pensar e incluso imaginar; sus términos, nosotros mismos, sin reserva».
En marzo de 1940, John Steinbeck y su amigo el biólogo marino Ed Doc Ricketts se embarcaron en un viaje que llevaban tiempo soñando con hacer juntos. Mientras en Europa la guerra amenazaba con hacerse mundial, Steinbeck y Ricketts recorrieron durante seis semanas, en un pequeño barco sardinero llamado Western Flyer, más de cuatro mil millas: desde la bahía de Monterrey hacia el sur, bordeando la península de Baja California, hasta adentrarse en el entonces casi inexplorado mar de Cortés.
El diario de a bordo narra su memorable encuentro con el golfo de California: deslumbrado por la belleza y la prodigalidad del entorno, John Steinbeck escribió uno de los libros más emotivos sobre el mar y más respetuosos con la naturaleza, a medio camino entre la crónica de viaje, la revelación científica y la exaltación de los silencios y las riquezas del universo marino.
Este es el tercer libro de viajes de la lista que tiene que ver con el mar (el cuarto, si contamos el de Patrick Lee Fermor), así que está claro que me atrae. Sobre todo la navegación a vela, en la que el ser humano está solo con su ingenio y su destreza frente a la inmensidad del océano. Además, John Steinbeck no podía faltar en esta lista: él fue el responsable último de que yo me comprara una furgo y me lanzara a recorrer España, y el culpable de que escribiera mi primer libro de viajes, Viaje al interior. Y todo por leer su Viajes con Charley, qué cosas.
Lectura muy recomendada para todos los que tienen agallas. Y aletas. Y salitre en las venas.
Los trazos de la canción, de Bruce Chatwin
Para un aborigen australiano, su país es como una inmensa partitura musical: allí donde pisa puede cantar canciones inmemoriales que hacen surgir el paisaje, otorgan derechos territoriales, posibilitan el trueque simbólico y permiten expresar el alma del intérprete.
Fascinado por estas prácticas antiguas y poéticas, Bruce Chatwin desvela a través de su experiencia en Australia no sólo la naturaleza de los aborígenes, sino la de los nómadas en general. Especie de manifiesto místico-exorcista en medio de un itinerario encantado, Los trazos de la canción es, al mismo tiempo, un libro de viajes, una novela y una colección de aforismos, y por encima de todo un texto singular, tan mágico como el asunto del que se ocupa.
Otro de los grandes escritores de literatura de viajes. Y de mucho más, porque los libros de Chatwin son a la vez un diario de viaje y un tratado de historia, biología, ciencia y filosofía. Una continua y acerada reflexión sobre el mundo y las pequeñas criaturas que lo poblamos. Y una mirada fascinada a cuanto le rodea.
Indispensable para los nómadas del mundo y para los que siguen soñando con la libertad, esté donde esté.
Viajes y otros viajes, de Antonio Tabucchi
Antonio Tabucchi ha viajado mucho y ha escrito acerca de sus viajes. Unos textos reunidos en este libro que sobre el mapa del mundo despliega el mundo contiguo de las vastas lecturas que han anticipado, provocado y acompañado siempre esos viajes. De esta forma, vemos a Tabucchi sentado en el zócalo de la estatua del abate Faria en Goa, en la India; delante del templo de Poseidón, en el Cabo Sunión, en Grecia; en el «cementerio marino» de Sète, en Languedoc.
Y allí, con él, compartimos las reminiscencias de El conde de Montecristo, los versos de Sophia de Mello Breyner, el «mar que se repite» de Paul Valéry. Lo vemos de noche atisbando las grandes estatuas barrocas de Aleijadinho en Congonhas do Campo, en Brasil, o dejándose inspirar por Cortázar en las salas de Paleontología del Jardin des Plantes, en París. Y además se vuelve presencia afectuosa cuando nos acompaña por «su» Lisboa. No obstante, el mapa ideal de este libro se abre también a lugares que visitamos «por persona interpuesta»: las ciudades fantásticas de los escritores, las geografías imaginarias, las historias literarias.
Este libro es, lo reconozco, mi reconocimiento personal a uno de los autores que más me han seducido. Un escritor brillante, con una mirada analítica profundamente certera y al tiempo humana, cercana. Viajar con él es hacerlo con los ojos bien abiertos y el pecho repleto de emoción.
Indispensable para los que se preguntan cuál es el sentido de viajar. Y para los que no saben que se lo preguntan.
¿Ya te he despertado las ganas de leer un buen libro de viaje? Pues no dejes de echarle un vistazo al mío, Viaje al interior. 80 días en furgo por la España olvidada.
¿Me cuentas cuáles son tus libros de viaje imprescindibles?
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