¿A qué buen lector de novela histórica no le gusta volver de cuando en cuando a la antigua Roma? La historia de Roma y su imperio es uno de los escenarios históricos que más dan de sí cuando de volver al pasado se refiere. Imagino que razones hay de sobra: esa oscura atracción que nos despiertan los poderosos, ya sean las personas o los imperios, la fascinación por sus costumbres o por su asombrosa historia, que les llevó de ser una pequeña aldea a dominar el mundo...
Como lector voraz de novela histórica, no me escapo del influjo de Roma y cada tanto vuelvo a recorrer sus calles y palacios. Esta vez han tocado las calles. Eso sí: las más oscuras y peligrosas de la ciudad eterna...
Oscura Roma, de Luis Manuel López Román
La oscuridad nos rodea en una de las callejas más recónditas de la ciudad. Nuestro pasado nos persigue y nuestro futuro, aún más oscuro que la propia oscuridad, nos dice que tenemos que involucrarnos en lo que jamás querríamos. Miramos a un lado y a otro, pensamos que no tenemos más opción: corremos hasta nuestro destino. Lo que nos deparará el día siguiente solo los dioses lo saben.
Oscura Roma es un viaje fascinante a la Roma más desconocida, la ciudad nocturna en la que brujas, hechiceros, asesinos, sicarios y todo tipo de criaturas acechan en las sombras.
A veces, en esas incursiones periódicas por Roma de las que te hablo, me dejo atrapar por los grandes escenarios y los personajes más conocidos: las Guerras Púnicas o las civiles, Julio César, Calígula, Adriano, las conquistas... Pero, de vez en cuando, me gusta disfrutar también con lecturas más ligeras, no tanto históricas como de ambientación histórica: esos libros de intriga que utilizan la época como un escenario más o menos sugerente para sus tramas.
Este es el caso de Oscura Roma, que sigue las andanzas de Marco Lemurio, un joven romano que se dedica a un oficio muy poco recomendable: exocizador, si es que tal palabro existe, de espíritus. Marco se dedica a deshacer conjuros y maldiciones, tratar con fuerzas sobrenaturales y, a menudo, para qué engañarnos, a estafar a sus crédulos clientes. O eso hacía, hasta que él mismo se convirtió en diana de un ataque sobrenatural... que no era simulado.
Sí, en efecto: el autor, que se mueve muy bien por las calles de la peligrosa Subura romana, cruza la línea del realismo y se adentra en un sinuoso terreno de espíritus y conjuros. Esto quizá te desaliente, como buen lector de novela histórica que eres, pero no hay motivo para alarmarse: lo hace con sutileza, sin abusar de los efectos sobrenaturales. En realidad, Oscura Roma es una novela de acción e intriga que se disfruta por su ambientación histórica y su correcta documentación, que permiten al autor recrear un escenario muy plausible y entretenido.
Oscura Roma es una novela de acción e intriga que se disfruta por su ambientación histórica y su correcta documentación, que permiten al autor recrear un escenario muy plausible y entretenido.
Así pues, intriga, algo de misterio sobrenatural, las peligrosas calles de la Subura romana y un protagonista que cae bien, aunque resulte un tanto inocente pese a su profesión... ¡ah, me olvidaba! Y, cómo no, una buena dosis de política romana al más puro estilo conjurativo. El resultado es una novela entretenida y fresca, un relato que se lee de una sentada y que sirve de presentación de un personaje que, espero, irá creciendo y haciéndose más complejo en sucesivas entregas.
Por cierto, ya se han publicado la segunda y la tercera entregas: La sangre de Baco y Ojos de Venus. Si te atrae Roma y te gustan las novelas ligeras de intriga, no dejes pasar esta serie de Marco Lemurio...
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