Edward Rutherfurd es mundialmente conocido por sus novelas históricas que cuentan la epopeya histórica de diversas localidades, desde Londres hasta Nueva York, desde sus orígenes hasta la actualidad. Es un escritor solvente, capaz de sintetizar siglos de historia en un solo volumen, con gran capacidad para atrapar la atención y el interés del lector.
Sin embargo, esta novela, a diferencia de las anteriores, no recorre diferentes épocas, sino que se centra en un período histórico trementamente subyugante: los estertores del Imperio Chino en el siglo XIX, cuando el gigante asiático se enfrentó tanto a las potencias occidentales como a sus propias contradicciones internas. Un período de la historia que Rutherfurd retrata de forma magistral...
China, de Edward Rutherfurd
La historia comienza en 1839, en el alba de la Primera Guerra del Opio, y continúa con la historia de China a través de la Revolución Cultural de Mao hasta la caída del imperio. Rutherfurd relata el ascenso y la caída de las fortunas de distintos miembros de familias chinas, británicas y americanas, mientras negocian el devenir de la historia. Por el camino, fiel a su estilo, Rutherfurd nos regala un minucioso y profundo retrato de la historia y de la sociedad china, de sus tradiciones ancestrales, de sus grandes reveses y de su proceso de descomposición interna. Y al igual que en sus novelas anteriores, encontraremos romance, aventuras, heroínas y sinvergüenzas, luchas abrumadoras y fortunas increíbles.
China da vida al rico terreno de este vasto país que ha vivido bajo una constante evolución. De Shangai a Nankín y a través de la Gran Muralla, Rutherfurd relata el turbulento ascenso y la caída de imperios, mientras el colonial Oeste colisiona con el opulento y complejo Este en una batalla épica entre sus culturas y su gente.
Profundamente documentada y majestuosamente narrada, Edward Rutherfurd pinta un apasionante retrato de uno de los países más singulares y extraordinarios del mundo entero.
China es un placer para los amantes de las novelas históricas. Uno de esos placeres que se beben con fruición, que se devoran con ganas y que dejan un poso tras cerrar el libro. Profundamente documentada, nos introduce al mismo tiempo en los últimos años de la vida palaciega de la China Imperial y en las casas de aquellos primeros colonizadores, especialmente los ingleses, que fundaron Hong Kong y se lanzaron sobre el Imperio chino para trocearlo y convertirla en beneficios empresariales.
China es una epopeya que nos permite acercarnos al momento en que el gigante asiático, tras milenios de dominio indicutido, se abocaba a la descomposición interna. Un período clave para comprender no solo la época, sino el actual ascenso de una resurgida China como segunda (¿y pronto primera?) potencia mundial. No en vano los chinos actuales llaman al período que se narra en este libro «El siglo de la gran humillación». Y es que si algo sabemos los amantes de la historia es que, para entender el presente, es fundamental conocer a fondo el pasado.
Rutherfurd nos regala una brillante interpretación de esa época y, de paso, nos abre la puerta para seguir ahondando en el corazón de un país fascinante. Una lectura que no decepcionará a ningún amante de la historia.
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