Portada de la novela historica Motin en la Bounty de John Boyne

Seguro que conoces de sobra la historia del motín del HMS Bounty en 1789, la rebelión encabezada por Fletcher Christian contra su capitán, William Bligh. Es una de esas historias épicas que prenden la imaginación porque tienen de todo: exotismo, mares del Sur, navegación a vela, un malo malísimo, unos pobres diablos oprimidos, un valiente que se opone al malo malísimo, un motín... y, además, sucedió. Aunque lo del malo malísimo y el valiente no está tan claro, que algunos defienden la justicia de la actuación de Bligh y tachan a Christian de ser un trepa y otros al revés. Pero esto, lejos de ser un inconveniente, aumenta el interés de la historia. ¡Las historias en las que no está todo dicho siempre son más atractivas!

Todos esos elementos han conseguido que la tragedia del HMS Bounty haya llegado repetidas veces a la literatura de la mano de autores como Julio Verne, (Les Révoltés de la Bounty, publicado en el volumen Los quinientos millones de la Begún) Charles Nordhoff y James Norman Hall, Günter Sachse, Richard Hough o Caroline Alexander, además del propio William Bligh, que contó su versión de los hechos en The Bounty Mutiny. Por supuesto, el célebre motín también ha llegado al cine, que Hollywood no podía dejar pasar un tema tan jugoso y ha contado la historia hasta en cinco ocasiones: 1916, 1933, 1935, 1962 y 1984 (aunque, todo hay que decirlo, las dos primeras eran versiones australianas y la última británica, con Anthony Hopkins y Mel Gibson). 

La última versión literaria es la que hoy te traigo aquí: Motín en la Bounty, de John Boyne. Y te aseguro que no te va a importar lo más mínimo que conozas todos los detalles de la historia. Porque Boyne es un gran escritor y hace lo que solo saben hacer los grandes escritores: consigue darle la vuelta a la historia, presentarla desde un punto de vista original y atrapar la imaginación del lector desde las primeras páginas.

Boyne es un gran escritor y hace lo que solo saben hacer los grandes escritores: consigue darle la vuelta a la historia, presentarla desde un punto de vista original y atrapar la imaginación del lector desde las primeras páginas.

El protagonista de la novela de Boyne no es ni Bligh ni Fletcher Christian, sino el último mono de a bordo: John Jacob Turnstile, un chiquillo despierto e ingenioso como él solo que malvive en las calles de Portsmouth y que va a verse enrolado a la fuerza en la HMS Bounty. Es él quien, desde su ingenuidad y su viveza de superviviente, nos narra la historia en primera persona.

Solo la personalidad de Turnstile ya justificaría la lectura, con deliciosos pasajes propios de una novela dickensiana. Sus ojos, inocentes pese a la dureza de su vida, nos descubren el día a día de un viaje por mar en el siglo XVIII y nos deslumbran con sus descripciones y anécdotas de los marineros y oficiales de la Bounty y de la vida paradisíaca de Tahití.

El resultado es una novela de aventuras en estado puro que nos retrotrae a La isla del tesoro, a Un capitán de quince años de Julio Verne (¡qué recuerdos con esta novela, mira que la leí veces!) o al inolvidable Tom Sawyer. Una lectura deliciosa, de las que se disfrutan de la primera a la última página, de las que hacen soñar y disfrutar como un niño. Si te gustan las novelas de aventuras históricas, ¡no la dejes pasar!


 

Y ya sabes que espero tus comentarios sobre la novela (o sobre otras que te hayan fascinado) justo ahí abajo. Sí, ahí mismo, en el sótano, no tiene pérdida. ¡Disfruta de la lectura! (histórica, of course).

 

 

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